Un periodista de Callejeros entrevista a un anciano en un jardín, en España, a finales de 2011. El entrevistado se expresa del siguiente modo:
--Soy hijo de exiliados. hasta los veintisiete años no pude volver a España por culpa de Franco. Mi madre estuvo muchos años en silla de ruedas y cuando murió mi padre, pobrecito, no sabíamos ni dónde enterrarle.
Prosigue su relato:
--Ahora tengo setenta y tres años y no hace mucho me quitaron parte de un pulmón. Mi mujer es inmigrante y hemos tenido tres hijos. De los tres solo trabaja una, la mediana... pero no cobra nada. Todos, incluidos los nietos, viven de mi asignación. La mayor se divorció. su ex-marido se daba a las drogas y al alcohol y la dejó con dos niños...
Hace una pausa y sigue lamentándose:
-- El pequeño de mis hijos aun no se ha ido de casa y además está casado con una divorciada a la que ha traído a vivir con nosotros. Esta señora antes trabajaba, tenía un buen puesto, pero desde que vino a vivir a mi casa ya no hace nada. Y ahora tienen dos niñas que también viven bajo nuestro techo. El último verano, con lo de la crisis, casi no pudimos ir de vacaciones... Para colmo, el marido de la mediana anda a líos con la justicia. Al enterarme me desmayé y casi pierdo un ojo al darme con una puerta...
El periodista, con cara de asombro, le dice al anciano:
--Majestad, no creo que su situación sea tan mala...
diumenge, 5 de febrer del 2012
Les desgràcies d'un home de setanta-tres anys
Aquesta entrevista a un home de setanta-tres anys ple de càrregues i problemes familiars corre per Internet. Li he donat una mica de forma (els guions i la puntuació) i hi he corregit algun anacronisme:
Ho vaig trobar molt encertat quan em va arribar. La veritat és que, com en els acudits, la creativitat anònima sol resultar genial :)
ResponEliminaSí, Clídice, de vegades hi ha historietes i acudits anònims que són molt enginyosos.
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